domingo, 9 de diciembre de 2007


Donde esta el olvido, cuando es necesario como única opción para seguir adelante.
Las redes del amor se tejen con pasión y se fijan tan fuerte al espíritu que es difícil desprenderse de las caricias pasadas.
En un cajón en el fondo del alma donde se mezclan pasiones, desencantos y la melancolía del adiós, guardamos los recuerdos que duelen.
Nos dejamos amarrar, nos quejamos por eso pero cuando nos sueltan no sabemos donde ir ni que hacer y mucho menos como seguir. Los lugares cenicientos amparan por momentos la soledad, como en el teatro, la función termina, cae el telón y volvemos a las penas del vació en la cama y el caminar de costaro sin el bastón del amor.
Los errantes circuitos del espíritu nos regalan misterios, sorpresas, anhelos y muchas veces decepción.
Donde esta el olvido cuando se necesita cerrar el tiempo, que ya no duela la ausencia y solo sea un tierno recuerdo, para poder descubrir el néctar de otras flores, para encontrar en las mañanas un corazón en mi almohada y sonreír con el sol.
Si alguien sabe donde esta el olvido, les pido me avisen pues necesito de el.

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